Educación remota
Educación remota de emergencia, ERT, Educación virtual, Educación a distancia, Educación digital, es la que se impuso en 2020 en Argentina y en otros países del mundo, debido a la pandemia de COVID-19.
Se suspendieron las clases presenciales en todos los niveles de enseñanza y la instrucción online fue el método adoptado mayoritariamente para la continuidad escolar.
Las experiencias de formación online diseñadas para tal fin desde su concepción, están sólidamente cimentadas sobre las bases de unas necesidades previamente detectadas. Esto permite, a los profesionales ofrecer metodologías y contenidos adaptados para cubrir estas necesidades y expectativas.
Sin embargo, la enseñanza remota de emergencia (ERT, en sus siglas en inglés) es algo muy diferente. Se trata de un cambio temporal y abrupto de la pedagogía debido a circunstancias de crisis.
La pandemia de COVID-19 ha impactado directamente los sistemas educativos de todos los países de la región de América Latina y el Caribe, afectando a estudiantes, hogares, ministerios, secretarías, centros educativos, docentes y directivos.
El cierre de los centros educativos como parte de las acciones para contener la propagación del virus tiene a más de 165 millones de estudiantes sin asistir a los centros de enseñanza, desde preescolar hasta la educación terciaria, en 25 países de la región (UNESCO, 2020).
Se prevé que la crisis impactará los procesos básicos de construcción de capital humano, por lo que se hacen indispensables políticas para mitigar sus efectos y preservar las trayectorias educativas en el largo plazo.
Según el BID, el cierre prolongado de los centros educativos tendrá repercusiones negativas sobre los aprendizajes alcanzados, la escolarización a tiempo, la deserción y la promoción. Esto afectará aún más a aquellos estudiantes pobres y de clase media vulnerable, así como a los estudiantes indígenas, migrantes y con necesidades especiales.
Además, los estudiantes repitentes y en sobreedad, así como aquellos que están en los grados y en edades críticas corren un mayor riesgo de ser expulsados por el sistema.
Esta situación podrá agravarse más aún en sistemas educativos que no cuentan con mecanismos efectivos de educación a distancia acordes a las características de los hogares, lo que puede ampliar aún más las brechas que existen entre estudiantes con más o menos acceso a los mismos.
Los países de América Latina y Caribe han lanzado iniciativas de enseñanza remota de emergencia para proporcionar soluciones de corto plazo y mantener cierta continuidad en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Las soluciones adoptadas han dependido de las capacidades y modalidades con que cada país contaba, así como de los contenido disponibles para construir un modelo de emergencia de educación a distancia. Por ejemplo, la mayoría de los ministerios contaban con recursos educativos impresos digitalizados (ej. libros de texto, bibliotecas, etc.), portales educativos y recursos en línea para estudiantes y docentes.
Pocos países contaban con plataformas de contenidos y sistemas de gestión de los aprendizajes.
Fuente
BID. La educación en tiempos de coronavirus [1]