Distanciamiento social, preventivo y obligatorio
El objetivo del “distanciamiento social, preventivo y obligatorio” es la recuperación del mayor grado de normalidad posible en cuanto al funcionamiento económico y social, pero con todos los cuidados y resguardos necesarios, y sosteniendo un constante monitoreo de la evolución epidemiológica para garantizar un control efectivo de la situación.
Se establece en las zonas del país en las que no se observa transmisión comunitaria del virus.
Durante la vigencia del distanciamiento social, preventivo y obligatorio, las personas deben mantener entre ellas una distancia mínima de dos metros, utilizar tapabocas en espacios compartidos, higienizarse asiduamente las manos, toser en el pliegue del codo, desinfectar las superficies, ventilar los ambientes y dar estricto cumplimiento a los protocolos de actividades y a las recomendaciones e instrucciones de las autoridades sanitarias provinciales y nacional.
Fuente
Ministerio de Salud [1]